El último “sustito” que nos ha dado la nueva aplicación de Skype mediante la que se traducen las conversaciones entre inglés y español por fin se ha asentado y le hemos encontrado el lado bueno. ¡No es broma!
Como se ha podido comprobar, este software puede dar una idea al usuario de lo que la otra persona quiere decir, pero sabemos que eso no es suficiente en un ambiente de trabajo. Skype es una herramienta muy útil para las empresas y sus intérpretes, pensemos en todos aquellos que trabajan en hospitales desde casa a través de una pantallita móvil, o en el dinero y tiempo que se ahorra en viajes y visitas a clientes extranjeros. La idea de que esta nueva aplicación que ofrece Skype pueda sustituir a los intérpretes es muy básica, y todos aquellos profesionales que hayan trabajado alguna vez con un intérprete no habrán ni dudado en desecharla. Asimismo, estamos convencidos de que aquellos que lo intenten volverán a llamar a sus intérpretes.
Sin embargo, debemos ver siempre el vaso medio lleno y sacar lo mejor de la tecnología, que muchos colegas de profesión ven como nuestra gran amenaza y en realidad no es más que un gran facilitador de nuestro trabajo. ¿Por qué no utilizarla nosotros? Somos los expertos en esta materia, los grandes críticos, pero también los que más dudas tenemos en nuestro día a día, ¿por qué no probarla de vez en cuando? ¡Aunque sea para obtener la idea general de lo que muchas veces se nos quiere decir en esos acentos indescifrables! 
Jochen Hummel, pionero en la creación de memorias de traducción, sostiene que el verdadero avance llegará cuando se consiga combinar un software, una memoria y la gestión del contenido en una sola base de datos. Pero una vez más, no debemos tener miedo, sino ver el lado bueno de las cosas y, por qué no, aprender a reinventarnos.
